Narciso era el joven más hermoso de los que vivían fuera del Olimpo. Era hijo de la ninfa Liríope y de Césifo, el dios-río. Al nacer, el adivino Tiresias vaticinó a sus padres que viviría muchos años siempre y cuando no se contemplara nunca a sí mismo. Narciso creció feliz por la belleza que veían los demás en él, pero su vanidad le hacía rechazar a todas mujeres por no considerarlas dignas de su hermosura.
Eco y Narciso. Nicolás Poussin (1630)
Un día, mientras cazaba ciervos, la ninfa Eco le siguió. Eco había sido maldecida por Hera a hablar repitiendo la última palabra de lo que los otros decían sin poder expresar nunca sus sentimientos. Cuando Narciso oyó el sonido de unos pasos a su espalda preguntó: «¿Quién está ahí?», a lo que ella respondió:»ahí». Y así siguieron hablando hasta que ella deslumbrada por el joven salió a su encuentro…
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